Beatriz Felipe Pérez es consultora independiente e investigadora asociada al Centro de Estudios de Derecho Ambiental de Tarragona. Doctora en Derecho y premio Josep Miquel Prats a la mejor tesis doctoral. Entre otras publicaciones científicas y divulgativas recientemente publicó la monografía “Las migraciones climáticas ante el ordenamiento jurídico internacional”(Aranzadi 2019), en esta ocasión ha concedido una entrevista para A cambio de nada, acercándonos desde una mirada cercana y a su vez global sobre la relación directa entre el cambio climático y las migraciones, las bases de su ordenamiento jurídico y su posibles mejoras. “En España ya existen casos en los que las personas han de abandonar sus hogares por motivos relacionados con la crisis climática”
“Según el informe del centro monitoreo, en 2019 España fue el segundo país europeo con mayor número de desplazamientos asociados a desastres climáticos, que sumaron un total de 23.000 en ese año”.
¿Cuál es la relación causa efecto entre el cambio climático y las migraciones?
Los impactos de la crisis climática se relacionan con la movilidad humana de diferentes e incontables maneras y tanto directa como indirectamente como causa subyacente. En algunos casos, las personas han de abandonar sus hogares de manera inmediata justo antes o inmediatamente después de un desastre relacionado con unas inundaciones puntuales, o tras el paso de un ciclón. En otras ocasiones, como por ejemplo cuando la elevación del nivel del mar o las sequías están afectando el sustento de las personas, la movilidad forma parte de una estrategia a más largo plazo.
Se debe tener presente en este sentido que las migraciones climáticas son fenómenos multicausales, no se deben solamente a los impactos climáticos, sino que tienen lugar o no dependiendo de la capacidad de adaptación de la población, las políticas, los recursos económicos con los que se cuenta, las redes de contactos, etc. También es importante tener en cuenta que muchas veces las personas más afectadas, las que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, no pueden migrar, aunque lo deseen ya que carecen de los recursos para hacerlo, son las conocidas como poblaciones atrapadas.
¿Cuáles son las cifras de migraciones climáticas a nivel mundial?
El tema de las cifras sigue siendo uno de los debates más controvertidos en el ámbito que estamos abordando. Esto se debe a muchos motivos, entre otros, a la carencia de una denominación internacionalmente acordada que permita que se registren datos que sean comparables, a la dificultad a la hora de separar las causas relacionadas con el cambio climático de otras y a la falta de interés político en la temática, entre otras.
Personalmente, suelo utilizar las cifras del Centro de Monitoreo sobre el Desplazamiento Interno. Esta organización publica un informe cada año en el que recopila el número de nuevos desplazamientos internos anuales debidos a los conflictos y a los desastres. Si bien no contemplan los traslados en los que se cruzan fronteras internacionales ni los relacionados con fenómenos de degradación paulatina, como la elevación del nivel del mar, las cifras de desplazamientos asociados a desastres nos permiten tener una idea de la magnitud de las migraciones climáticas. Según el informe de 2020, en 2019 se contabilizaron 33,4 millones de nuevos desplazamientos internos a nivel mundial. El 75% de estos nuevos desplazamientos, se debieron a desastres.
¿Cuáles son los lugares de procedencia de los migrantes por causas climáticas?
Las migraciones climáticas ocurren en todo el planeta, aunque hay que tener en cuenta que no son homogéneas y que el grado de vulnerabilidad de las personas afectadas es diferente. La mayoría de las migraciones climáticas tiene lugar a nivel interno, es decir, no son frecuentes los traslados largos internacionales, sino que ocurren, en la mayoría de los casos, dentro de los mismos países. En la actualidad predominan en países del sur global, aunque también hay casos en otras regiones.
En los pequeños Estados insulares en el Pacífico, por ejemplo, las consecuencias de la elevación del nivel del mar están haciendo que varias poblaciones tengan que reubicarse. Para hacer frente a esta realidad Fiji, creó en 2019 un fondo fiduciario destinado específicamente a las poblaciones desplazadas y reubicadas en este país por motivos climáticos. Otro de los casos más evidentes de cómo la crisis climática está impactando en la movilidad humana lo podemos encontrar en Bangladesh, país en el que las inundaciones son cada vez más frecuentes y miles de personas se trasladan huyendo de las costas hacia las ciudades, cada vez más pobladas.
“La mayoría de las migraciones climáticas tiene lugar a nivel interno, es decir, no son frecuentes los traslados internacionales”
¿Cuál es la figura del refugiado ambiental?
En la actualidad la figura del refugiado ambiental (o climático) no existe. Si bien es una denominación utilizada (sobre todo por los medios de comunicación) en términos jurídicos resulta bastante polémica. La definición jurídica de persona refugiada está establecida, hoy en día, por la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados y su Protocolo de Nueva York. Esta normativa, que tiene más de 50 años, entró en vigor en un momento histórico determinado muy diferente al actual en el que la crisis climática no estaba tan presente y no contempla las causas climáticas como motivos para otorgar el estatuto de persona refugiada.
Al respecto, cabe replantearse si realmente el estatuto de persona refugiada es el mecanismo de protección adecuada para quienes huyen de los impactos climáticos. Hemos de tener en cuenta, por un lado, que solo resultaría de utilidad en el caso de traslados internacionales y que la mayoría de las migraciones climáticas ocurren dentro de los países. Por otro lado, suele implicar arduos procesos en los que se ha de demostrar que la persecución es individualizada y se ha de identificar al agente persecutor, algo muy complicado cuando se huye de los impactos de la crisis climática.
¿Qué progresos o no se están llevando a cabo en cuanto a protección jurídica y en el marco internacional?
Los progresos relacionados con la protección jurídica de quienes huyen de la crisis climática son, todavía, limitados. Si bien hay varias propuestas que han surgido de la academia y de la sociedad civil, como la creación de un tratado internacional ad hoc, los avances en el plano internacional continúan siendo meras propuestas. Sin embargo, a nivel regional, sí que podríamos hablar de ciertos avances. En este sentido, cabe señalar, por ejemplo, la adopción de la Declaración de Principios de Sídney sobre la Protección de las Personas Desplazadas en el Contexto de la Elevación del Nivel del Mar, adoptada en Australia en 2018 y del Protocolo de Libre Movimiento en África Oriental, que contiene disposiciones que permiten que la ciudadanía se traslade con anticipación, durante o después de un desastre entre los Estados parte de dicho Protocolo. También merece la pena destacar que en América Latina algunos países, como Perú y Bolivia, han incorporado referencias a las migraciones ambientales o climáticas en su normativa interna.
“Los progresos relacionados con la protección jurídica de quienes huyen de la crisis climática son, todavía, limitados”
¿Cuál es la situación en España?
Aunque la situación no llega a ser tan grave como en otros países, en España ya existen casos en los que las personas han de abandonar sus hogares por motivos relacionados con la crisis climática. En el último informe del Centro de Monitoreo sobre el Desplazamiento Interno hacen referencia a que en 2019, España fue el segundo país europeo con mayor número de desplazamientos asociados a desastres, que sumaron un total de 23.000 en ese año. La mayoría estuvieron relacionados con incendios, tormentas e inundaciones. Un caso que llama bastante la atención por su gravedad es el de Los Alcázares, en Murcia. En este municipio están sufriendo inundaciones con una frecuencia tan alarmante que la población ya está empezando a marcharse, o al menos a intentarlo.
¿Qué relación existe entre la sociedad de consumo, explotación de recursos y las migraciones climáticas?
Como vemos, la crisis climática es un factor de expulsión directo e indirecto cada vez más importante y, el origen de la misma es, sin lugar a dudas, un modelo económico globalizado que se sustenta en la quema de combustibles fósiles y se nutre del consumo masivo insostenible. En este sentido, también es importante resaltar que las responsabilidades históricas del cambio climático las ostentan los Estados del norte global y las empresas. Hay evidencias de que solo 100 compañías, las conocidas como Carbon Majors, han generado de más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero desde 1988. Resulta imprescindible poner en marcha medidas serias de mitigación, con el fin de frenar el motor de las expulsiones de las que venimos hablando: la crisis climática.
¿Cuáles son los retos para afrontar las migraciones climáticas en tiempos de COVID-19?
A pesar de que durante los últimos meses la atención ha estado centrada en los confinamientos necesarios para frenar los efectos de la pandemia, los factores que influyen e impulsan la movilidad humana, no han desaparecido. En este sentido, en abril de 2020 el ciclón Harold, por ejemplo, afectó a diferentes pequeños Estados insulares en el Pacífico. Las personas afectadas tuvieron que tomar la difícil decisión de quedarse en sus hogares y enfrentarse a los efectos del ciclón o trasladarse a los albergues temporales, con el riesgo asociado a encontrarse en un espacio reducido y contagiarse. En estos momentos, además, la mayoría de los Estados cerraron sus fronteras, lo que tampoco ha impedido que las personas sigan queriendo cruzarlas. El virus, ha venido a sumar un grado más a la complejidad del panorama de las migraciones climáticas. Además, las respuestas que se han tomado para frenarlo por lo general han tenido muy poco en cuenta a las personas migrantes como colectivo que a menudo se encuentra en una fuerte situación de vulnerabilidad.
“Las responsabilidades históricas del cambio climático las ostentan los Estados del Norte global y las empresas. Las 100 compañías conocidas como Carbon Majors, han generado más del 70% de emisiones de gases de efecto invernadero desde 1988”
“Se ha de avanzar en las políticas y marcos jurídicos y asegurar que los derechos humanos sean respetados”
¿Qué reflexiones o recomendaciones apuntaría usted ante el panorama actual?
Resulta esencial continuar visibilizando la importancia de la crisis climática como factor de expulsión de muchas personas a lo largo de todo el planeta, especialmente en el Sur global. Aunque los efectos actuales de la pandemia opaquen otras crisis y a veces hasta cueste entenderlo, la climática es todavía más grave. Debemos continuar incidiendo para que la ciudadanía esté bien informada sobre las migraciones climáticas, tema que permaneció invisibilizado durante demasiado tiempo. También es importante tener en cuenta que las mujeres sufren de manera diferenciada tanto las consecuencias de la crisis climática como de los procesos migratorios, por lo que las soluciones que se diseñen deben considerar las desigualdades de género todavía latentes en todo el planeta. Finalmente, se ha de avanzar en las políticas y marcos jurídicos que aseguren, por un lado, que nadie tenga que abandonar su lugar de residencia si no quiere hacerlo y, por otro, que los derechos humanos de quienes lo hagan, sean respetados.